lunes, 2 de febrero de 2009

EL CURIOSO CASO DE BENJAMIN BUTTON
(fantasía épica, romance, estudio de personaje)

David Fincher es, en gran medida, uno de los narradores más versátiles que existen en la actualidad. Para qué enumerar sus muchas virtudes en otras de sus ya bien conocidas películas; si las han visto, entienden que quizá su único error haya sido “Panic Room”, y eso que igual es una buena película (sino espectacular cómo las otras). El “Curioso Caso de Benjamin Button” (de ahora en adelante llamada “El Curioso”… no mejor “Benjamin Button”) sucede ser una de las películas más elaboradas y planificadas que ha hecho, liderada por increíbles actuaciones, soberbios entornos, vestuario y banda sonora, y un maquillaje simplemente asombroso. Dicho esto, debo nomás decir que no es su mejor película. Ese honor cae en la espectacular “Fight Club”, pero eso es harina de otro costal.

“Benjamin Button”, cuenta la singular historia de un hombre (Benjamín Button, Brad Pitt) que nace viejo, y va a rejuveneciendo a medida que su vida pasa. La historia es leída en su diario por la hija de Daisy (Cate Blanchette), el amor de la vida de Benjamin, que yace en su cama convaleciente, mientras el Huracán Kathrina amenaza con destruir el hospital donde se encuentran. Benjamin, tras morir su madre, es llevado a un asilo por su padre, que lo considera un monstruo. Allí, la encargada del lugar, una mujer negra de corazón de oro (una actriz de nombre impronunciable que, sin embargo, se volverá brutalmente popular una vez que gane el Oscar al que fue nominada por este papel) lo adopta cómo su propio hijo, al ella misma ser incapaz de concebir.

La vida de Benjamin transcurre a través de las épocas y a través de diferentes experiencias, pero es su primer encuentro con la adorable Daisy, cuando esta tiene 10 años, y sus subsiguientes periodos juntos, lo que más marcan su historia. Sí, ciertamente, “Benjamin Button” es una historia de amor, en el más estricto de los sentidos, muy al margen de la fantasía y crítica social que pueda transmitir. Una épica de proporciones históricas – nominada a 13 Oscares – que, después de todo, simplemente es el vehículo para una historia romántica entre dos personas. Algo similar pasó hace casi 11 años, cuando apareció otra película con el similar outline; “Titanic” (incluso la narrativa de la mujer anciana a través de quién nos enteramos de todo…). También puedo homologar “Benjamin Button” con “Forrest Gump” otra ganadora del Oscar que transcurre a través de la historia, contando el cuento de un tipo “diferente”, un outsider del resto del mundo, que, de todos modos, no deja de sorprender y lograr cosas maravillosas, y todo, obviamente, en nombre de ella, la mujer que nunca podría ser suya (fíjense en similitudes entre plumas y colibríes). Quizá esta comparación me evita catalogar realmente esta película cómo lo genial que es. Es una película que retrata – de manera superior sin duda alguna – material que ya hemos visto (digo en esencia, claro, porque eso de envejecer hacia a tras, sólo a Quino se le ocurrió).

Salvo este fallo (ya decidan ustedes al verla si es menor o grave), la película se dirige por varias fuerzas impresionantes. Primero, cómo ya mencioné, el maquillaje. No me importaría que de las 13 nominaciones que tiene “Benjamin Button” pierda 12, con tal de que gane mejor maquillaje. Lo hecho es tan perfecto y – sobre todo – indetectable, que uno no puede sino maravillarse. Y en segundo lugar – pero sólo en mención, porque en importancia ni que decir – es la actuación de Pitt. Yo siempre he dicho que es uno de los grandes actores de la historia, y lo que hace con el personaje es extraordinario. Si bien, cómo ya dije, el estupendo maquillaje aporta a su actuación, es él quien da vida a Benjamin Button. Es él quien con su voz y su acento tan excelentemente logrado convierten a un viejo de 85 años en un niño ansioso de ver el mundo. Es esa mirada tan penetrante y sonriente, es ciertamente, la marca de Pitt, pero sólo en esta película realmente la he visto metamorfosear a través de las edades de su personaje; desde el asombro, hasta la candidez, la frustración, la lástima y la amargura. Es la narración de Pitt (bueno, de Benjamin), sus comentarios acerca de la frugalidad de la vida, y sus ponderaciones sobre la muerte, sus recuentos de la historia, teñidos de metáforas, lo que hacen que la película te deje esperando por más, sabiendo que aun cuando dura 3 horas, ni uno de esos momentos es en vano. Me encantaría que Pitt ganase el Oscar este año, pero lamentablemente para él, yo preveo que ese honor se lo llevará Mikey Rourke por “The Wrestler”, lo cual, en realidad también sería un triunfo. Está por verse.

Las demás actuaciones también son excelentes, y Cate Blanchette sobresale cómo siempre. En verdad nunca la he considerado la mujer más hermosa viviente, pero su belleza radica justamente en la gentil humanidad de su rostro, en la sutil feminidad de sus facciones, en su cariñosa y amable voz, y no así en un agresivo escote o sensualidad desbordante. Verla cómo la mujer más bella del mundo a través de los ojos de Benjamin se nos hace una tarea fácil, al reconocer su rojo cabello cómo una señal de amistad, de pasión, de deseo, de idealización.

En sí, “Benjamin Button” es una de esas películas que ganan Oscares nomás (vean más arriba), y lo más probable es que este año se lleve la estatuilla a mejor película. Yo en lo personal, tengo que ver lo demás nominado para dar un juicio adecuado; el guión es hermoso, pero en mi opinión, lleno de huecos, así que en esa no estoy seguro. Lo que sí, es necesario y sería criminal que no suceda, sería que Fincher se lleve el premio a mejor Director, y no sólo por esta película, sino por toda una carrera llena de innovación al cine, de una narración impecable y perfecta. Por que, fíjense esto: la belleza de la historia del reloj (al principio de la película) y para qué lo construye el ciego, se hace increíblemente significativa con el resto de la historia, cuando te enteras de dos cosas: la escena de Cate Blanchette bailando cerca al final marca el ritmo acelerado de un reloj, mientras que un huracán (cómo Kathrina) suele girar y soplar en dirección contraria. Fincher es un maestro.
Puntaje: *****½ Realmente buena. Súmale dos puntos si no viste jamás en tu vida “Titanic” o Forrest Gump”। Súmale un punto más si eres fanática (criterio dirigido pero no exclusivo para mujeres) de Brad Pitt. Bájale un punto si te molestan las películas muy largas y dos más si te molesta lo excesivamente artístico sin un final así BUM! BANG!
C

1 comentario:

  1. SAlud... pues te apoyo en un 99%, te quito el 1% por comparar con esa cochinada de Titanic... y si el maquillaje es de los mas cabron que he visto!!

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